Al momento de pensar una estrategia de infraestructura debemos preguntarnos, en función de nuestros objetivos y recursos, cuáles son los pros y los contras que enfrentamos a la hora de pasar de entorno on-premise al entorno cloud o nube. Lo mejor es partir de ambas definiciones.
El término on-premise se refiere a que la instalación del programa se ha realizado de manera local, en las instalaciones de la empresa de manera tal que la organización debe crear una infraestructura informática compleja con servidores que requieren mantenimiento.
El software en la nube o Cloud ERP se caracteriza por permitir la gestión de los datos desde cualquier lugar, además de almacenarla y crear copias de seguridad de una manera mucho más sencilla. En pocas palabras, el entorno cloud ha permitido a las empresas reducir costos en inversión mientras adoptan un modelo de pago por uso que permite una mayor escalabilidad.
Desconocer las ventajas y desventajas de pasar de un entorno on-premise al entorno cloud o nube, puede llevar a la empresa a costos de oportunidad enormes para escalar el negocio si se ha elegido la opción incorrecta. Tal como dice el refrán, no todo lo que brilla es oro.
El análisis de estos aspectos es imprescindible para lograr una experiencia satisfactoria en términos de disponibilidad de datos así como de costos.